Son dos las veces que hemos subido a este pico de 616 metros de altitud. En la primera de las ocasiones, "pillamos" la mayor de nuestras mojaduras montañeras; en la segunda, la niebla no nos dejó ver nada desde la cumbre.
Su cercanía a la costa le confiere buenas vistas de la zona de Avilés y Castrillón.
Para acercarnos hacia el comienzo de la ruta, podemos hacerlo por la autopista del Cantábrico, A-8, hasta tomar la salida a la carretera AS-237 poco después de sobrepasar Avilés; unos pocos quilómetros después nos desviamos por la IA-1 y posteriomente hemos de tomar la AS-321 en dirección a Taborneda (Illas). Al final de este pueblo nos detendremos en la capilla de San Antonio Abad, que será el comienzo de nuestra ruta.
Podemos adentrarnos en el pueblo por cualquiera de las dos carreteras que hay al lado de la capilla.
Para acercarnos hacia el comienzo de la ruta, podemos hacerlo por la autopista del Cantábrico, A-8, hasta tomar la salida a la carretera AS-237 poco después de sobrepasar Avilés; unos pocos quilómetros después nos desviamos por la IA-1 y posteriomente hemos de tomar la AS-321 en dirección a Taborneda (Illas). Al final de este pueblo nos detendremos en la capilla de San Antonio Abad, que será el comienzo de nuestra ruta.
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| La ruta en Google Earth |
Una vez atravesado el pueblo tomamos una pista de hormigón rojizo con fuerte pendiente.
La ruta está señalizada mediante grandes piedras, aunque solamente en los dos primeros kilómetros.
Cuando finaliza la pista de hormigón y se convierte en tierra tomasremos el camino de la derecha, al igual que en todos los siguientes cruces.
Durante gran parte de la ruta, veremos sobre nuestras cabezas las antenas a las que hemos de llegar y que nos sirven de guía.
Después de andar 4,320 kilómetros llegamos al alto del pico. La vuelta la haremos por el mismo sitio puesto que nuestro transporte está en la salida.
Dependiendo de la suerte que tengamos veremos toda la costa avilesina, o nada.
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