miércoles, 26 de octubre de 2011

RUTA LA ALDEA PERDIDA

Esta bonita ruta es apta para todas las edades puesto que no tiene grandes desniveles ni su longitud la hace difícil (No llega a los 5,5 km. ida y vuelta)
Bien sea por la AS-1 o por la A-64 nos dirigimos a Langreo. Allí continuamos por la AS-117 hacia Pola de Laviana, pero sin entrar en esta localidad. La carretera la circunvala y en la rotonda que encontramos pasado el pueblo nos desviamos a la derecha por la AS-252 y en apenas un centenar de metros estamos en Entralgo, que es donde comenzaremos nuestra ruta, y nos detenemos en un aparcamiento que hay a nuestra izquierda.
La ruta está catalogada como P. R. AS-166
El nombre de la ruta proviene de la más conocida de las novelas de Armando Palacio Valdés, que nació y vivió en este pueblo de Entralgo. 





Una vez estacionado nuestro vehículo, cruzamos la calle y ya nos encontramos ante la casa natal del escritor, que ha sido convertida en museo, y que hemos de visitar, con preferencia al final de nuestro caminar.


Museo Armando Palacio Valdés

Estatua del escritor

Entralgo
Comenzamos a caminar desde el museo y hemos de hacer un pequeño trecho por el arcén de la carretera hasta llegar a una gran curva donde una señal nos indica el camino a seguir.




Seguimos por una pista hormigonada y en pendiente de subida.



Peña Mea vigila nuestro caminar



No tenemos ninguna posibilidad de pérdida, pues a su buena señalización se añade que no hay ninguna otra pista o senda que pueda equivocarnos.



La ruta discurre en todo momento, a más o menos distancia, paralela al río Villoria.

río Villoria


Llega un momento en que parece que hemos de salir a la carretera pero no es así y continuaremos por un estrecho camino de madera que, al poco tiempo será de tierra y hierba y se ensancha  según avanzamos.




Llegaremos a un puente de madera sobre el río Villoria y tras cruzarlo, también lo hacemos en la carretera, y a la vez pasamos a la margen izquierda.




Es una gran pena que este río tan bonito y con tantas truchas, se encuentre tan sucio por las porquerías que a él se tiran.



La pista continua ancha y pronto llegamos a la localidad de Villoria.



Iglesia de Villoria
La vuelta la haremos por el mismo sitio.


Villoria

miércoles, 19 de octubre de 2011

RUTA DEL AZABACHE

Esta ruta está señalizada como P.R. AS-199
Para comenzarla iremos por la autovía del Cantábrico hasta Villaviciosa donde la abandonaremos en la primera de las salidas antes de entrar en el túnel que pasa bajo la ría. A los pocos metros nos desviamos a la izquierda por la AS-256 dirección a Tazones y al llegar al Puntal, seguiremos por la VV-5 hasta la localidad de Tazones.
A la entrada del pueblo hay un gran aparcamiento donde hemos de dejar nuestro vehículo, y un poco más adelante vemos el panel indicativo de esta ruta, junto con otro de otra ruta distinta.  Bajamos andando en dirección a la playa y en la penúltima calle a la izquierda, ya vemos la primera de las flechas que nos indican el camino a seguir.


La ruta en Google Earth



Merece señalarse la belleza de este pueblo que invita a quedarse en alguna de las muchas terrazas que nos encontramos, pero nuestro objetivo es otro y tiempo habrá para disfrutar de todo lo que Tazones puede ofrecernos.




Mención especial para la famosa Casa de las Conchas, que encontramos a nuestro paso.


Casa de las Conchas

Torno para sacar las lanchas del mar





El comienzo es realmente fuerte, en subida y con un número increíble de escalones, pero  pronto llegamos al faro.



Faro de Tazones

Continuamos varios cientos de metros por asfalto hasta que una señal nos indica que hemos de girar a la derecha por un camino.



Estamos en una de las rutas mejor señalizadas que conocemos pero por algún extraño motivo, la mayoría de las flechas que están en poste se encuentran rotas. No obstante hay gran cantidad de pintadas blancas y amarillas, tanto en paredes de casas, muros o en el suelo.



Hacemos ahora un largo trecho en bajada con dirección al mar pero que pronto se convierte en subida por lo que hasta hace unos días era un bosque de eucaliptos.





Recién cortado, ya tiene descendencia

En toda la ruta solo hay un sitio que puede ofrecernos algo de duda puesto que las señales están rotas, apuntan mal y no se ven pintadas. El sentido común nos lleva a la derecha hacia el mar y, en efecto, a los pocos metros ya vemos en el suelo las señales blancas y amarillas.



Nos encontramos ante una fuerte bajada que, por supuesto, continua con una gran subida. Abajo una playa de piedras cuyo nombre desconozco.



Continua la subida por camino ancho para llegar en poco tiempo a la iglesia de San Félix de Oles. 
Nuestro GPS nos indica que hemos caminado 5,280 km. en una hora y cuarenta y cinco minutos (incluidas paradas).


Iglesia y cementerio de San Félix de Oles

Una carretera de asfalto nos lleva hasta el área de recreo donde se encuentra la antigua mina de la que salia el azabache.




El Azabache, material íntimamente ligado a la más antigua tradición asturiana, es originario del periodo jurásico (200-65 millones de años) y se formó a partir de la madera de especies vegetales de coníferas pertenecientes  a dos grupos de taxones: Araucariáceas y Protopináceas.
La zona de Les Mariñes de Villaviciosa (Costa Jurásica Asturiana) es, a buen seguro, el lugar donde mayor riqueza azabachera podemos encontrar en el mundo, tanto por su extracción continuada durante siglos, como por la calidad del material obtenido.
Además de Asturias, Santiago de Compostela (España) y Whytby (Reino Unido) han sido y son territorios con gran tradición azabachera en el mundo, de ahí que fuesen los principales mercados a los que era exportado el material obtenido en las minas de "Les Mariñes" de Villaviciosa.
La minería azabachera se ha caracterizado por permanecer prácticamente inalterada a lo largo de los siglos, estando hoy día a punto de extinción por las grandes dificultades que se encuentra a la hora de extraer el material. Es por ello que muchas de las piezas elaboradas en la actualidad se obtienen a partir de restos de azabache desechados en el pasado y depositados en las escombreras de lass minas.
El trabajo de talla del azabache se ha distinguido por su singularidad. En los talleres familiares de "Les Mariñes" normalmente se hacía una división de las tareas a realizar según el sexo de los trabajadores, de este modo las mujeres se encargaban del pulido de las piezas (una de las labores más duras) utilizando para ello madejas de lana impregnadas de pulimentos naturales para obtener el brillo característico del Azabache.
Los varones (maestros azabacheros) manejaban en su labor diaria instrumentos rudimentarios como navajas barberas, piedras de fijación (ballestas) o dedales de aluminio (para evitar cortes en las manos). Con la ayuda de estas herramientas los artesanos del azabache han obtenido, a lo largo de los siglos, bellísimas piezas entre las que se cuentan Rosarios, Collares, Pendientes o las famosas Ciguas (amuletos para combatir el mal de ojo). (Copia literal del panel)

Mina de azabache

La vuelta podemos hacerla por el mismo itinerario, pero nosotros para evitar que se nos hiciera de noche, optamos por la carretera VV-5 que tomamos cruzando el pueblo de Oles  y que tiene una longitud de 4,580 km. hasta el final de la ruta que es el de comienzo.
La carretera tiene muy poco tráfico.

martes, 18 de octubre de 2011

RUTA LUANCO - BAÑUGUES

Es esta una hermosa ruta apta para todo el mundo y recomendada para hacer en media jornada. Es muy buena para el otoño o la primavera cuando los días son más cortos.
Para llegar a Luanco lo haremos por la autovía del Cantábrico en dirección Galicia para salir en Tabaza con dirección Candás y antes de entrar en esta localidad nos desviaremos hacia Luanco.
La ruta la vamos a comenzar al final de la playa a través de unas escaleras, pero sino encontramos aparcamiento para nuestro vehículo, cosa muy habitual, lo haremos desde el barrio de Peroño donde no tendremos problemas para aparcar.


La ruta en Google Earth



Pasamos por un área de recreo muy grande con extraordinarias vistas del mar.



Pronto el camino se vuelve de tierra y toma una buena pendiente de subida.





Cuando llegamos a lo alto de esta cuesta vemos por primera vez el área de Moniello, Bañugues y hasta el Cabo Peñas.
Bajamos el primer grupo de escaleras y de inmediato nos desviamos hacia la Punta de la Vaca para contemplar los grandes acantilados.


Volvemos a la ruta principal y las escaleras son ahora de subida y al poco tiempo nos desviamos para otro mirador.




Continuamos y algo más adelante llegamos a la playa de Moniello, después de una fuerte bajada por pista de hormigón.




Paya de Moniello.

Otra vista de la playa de Moniello.

Nuevas escaleras, al final de las cuales estamos en el área de Moniello.





Atravesamos el área y seguimos por camino de tierra para, en aproximadamente 1 km., avistar la playa de Bañugues.



Playa de Bañugues

Un extraño se cruza en nuestro camino.

La vuelta la haremos por el mismo camino y después de nueve quilómetros y medio ya tenemos a la vista la iglesia de Luanco asomada sobre la playa.