miércoles, 19 de octubre de 2011

RUTA DEL AZABACHE

Esta ruta está señalizada como P.R. AS-199
Para comenzarla iremos por la autovía del Cantábrico hasta Villaviciosa donde la abandonaremos en la primera de las salidas antes de entrar en el túnel que pasa bajo la ría. A los pocos metros nos desviamos a la izquierda por la AS-256 dirección a Tazones y al llegar al Puntal, seguiremos por la VV-5 hasta la localidad de Tazones.
A la entrada del pueblo hay un gran aparcamiento donde hemos de dejar nuestro vehículo, y un poco más adelante vemos el panel indicativo de esta ruta, junto con otro de otra ruta distinta.  Bajamos andando en dirección a la playa y en la penúltima calle a la izquierda, ya vemos la primera de las flechas que nos indican el camino a seguir.


La ruta en Google Earth



Merece señalarse la belleza de este pueblo que invita a quedarse en alguna de las muchas terrazas que nos encontramos, pero nuestro objetivo es otro y tiempo habrá para disfrutar de todo lo que Tazones puede ofrecernos.




Mención especial para la famosa Casa de las Conchas, que encontramos a nuestro paso.


Casa de las Conchas

Torno para sacar las lanchas del mar





El comienzo es realmente fuerte, en subida y con un número increíble de escalones, pero  pronto llegamos al faro.



Faro de Tazones

Continuamos varios cientos de metros por asfalto hasta que una señal nos indica que hemos de girar a la derecha por un camino.



Estamos en una de las rutas mejor señalizadas que conocemos pero por algún extraño motivo, la mayoría de las flechas que están en poste se encuentran rotas. No obstante hay gran cantidad de pintadas blancas y amarillas, tanto en paredes de casas, muros o en el suelo.



Hacemos ahora un largo trecho en bajada con dirección al mar pero que pronto se convierte en subida por lo que hasta hace unos días era un bosque de eucaliptos.





Recién cortado, ya tiene descendencia

En toda la ruta solo hay un sitio que puede ofrecernos algo de duda puesto que las señales están rotas, apuntan mal y no se ven pintadas. El sentido común nos lleva a la derecha hacia el mar y, en efecto, a los pocos metros ya vemos en el suelo las señales blancas y amarillas.



Nos encontramos ante una fuerte bajada que, por supuesto, continua con una gran subida. Abajo una playa de piedras cuyo nombre desconozco.



Continua la subida por camino ancho para llegar en poco tiempo a la iglesia de San Félix de Oles. 
Nuestro GPS nos indica que hemos caminado 5,280 km. en una hora y cuarenta y cinco minutos (incluidas paradas).


Iglesia y cementerio de San Félix de Oles

Una carretera de asfalto nos lleva hasta el área de recreo donde se encuentra la antigua mina de la que salia el azabache.




El Azabache, material íntimamente ligado a la más antigua tradición asturiana, es originario del periodo jurásico (200-65 millones de años) y se formó a partir de la madera de especies vegetales de coníferas pertenecientes  a dos grupos de taxones: Araucariáceas y Protopináceas.
La zona de Les Mariñes de Villaviciosa (Costa Jurásica Asturiana) es, a buen seguro, el lugar donde mayor riqueza azabachera podemos encontrar en el mundo, tanto por su extracción continuada durante siglos, como por la calidad del material obtenido.
Además de Asturias, Santiago de Compostela (España) y Whytby (Reino Unido) han sido y son territorios con gran tradición azabachera en el mundo, de ahí que fuesen los principales mercados a los que era exportado el material obtenido en las minas de "Les Mariñes" de Villaviciosa.
La minería azabachera se ha caracterizado por permanecer prácticamente inalterada a lo largo de los siglos, estando hoy día a punto de extinción por las grandes dificultades que se encuentra a la hora de extraer el material. Es por ello que muchas de las piezas elaboradas en la actualidad se obtienen a partir de restos de azabache desechados en el pasado y depositados en las escombreras de lass minas.
El trabajo de talla del azabache se ha distinguido por su singularidad. En los talleres familiares de "Les Mariñes" normalmente se hacía una división de las tareas a realizar según el sexo de los trabajadores, de este modo las mujeres se encargaban del pulido de las piezas (una de las labores más duras) utilizando para ello madejas de lana impregnadas de pulimentos naturales para obtener el brillo característico del Azabache.
Los varones (maestros azabacheros) manejaban en su labor diaria instrumentos rudimentarios como navajas barberas, piedras de fijación (ballestas) o dedales de aluminio (para evitar cortes en las manos). Con la ayuda de estas herramientas los artesanos del azabache han obtenido, a lo largo de los siglos, bellísimas piezas entre las que se cuentan Rosarios, Collares, Pendientes o las famosas Ciguas (amuletos para combatir el mal de ojo). (Copia literal del panel)

Mina de azabache

La vuelta podemos hacerla por el mismo itinerario, pero nosotros para evitar que se nos hiciera de noche, optamos por la carretera VV-5 que tomamos cruzando el pueblo de Oles  y que tiene una longitud de 4,580 km. hasta el final de la ruta que es el de comienzo.
La carretera tiene muy poco tráfico.

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