miércoles, 27 de enero de 2016

PICO EL CAN Y CASCADAS DE ONETA

Desde el centro de Asturias salimos por la autovía A-66 en dirección a Gijón, para pasar en el enlace de Serín a la A-8 dirección Galicia. Abandonamos la autovía cuando estamos a punto de llegar a Navia y tras un trozo por la N-634, a la misma entrada de la localidad, nos vamos a la izquierda por la AS-25 que bordea la fábrica de celulosa, hasta 1 kilómetro antes de llegar a Villayón, donde tomamos la AS-36 que nos lleva a Oneta. Pasamos de largo por el pueblo y subimos al Alto de El Segredal donde estacionamos nuestro vehículo.



Por la carretera que acabamos de llegar, desandamos uno 450 metros hasta ver a nuestra derecha una pista a la derecha.
Al comenzar a andar, además de la carretera por la que vamos a seguir, vemos otra carretera con una gran portilla abierta, que no figura en nuestro mapa ni tiene indicación hacia donde va. Mas tarde resolveremos el misterio.


Mi GPS marca 688 m.


Comienzo de la pista

Esta pista ofrece una importante subida pero sin ningún problema.



Siguiendo por la pista, llega un momento en que tenemos que cruzar la carretera "misteriosa" y nos percatamos que podíamos haber llegado a este lugar casi en llano.



No vamos a abandonar nuestra pista hasta llegar a la cumbre, de forma que es totalmente imposible perderse.



Pico El Can (843 m.)

En el vértice geodésico encontramos un Belén de cumbres y dentro de él un frasco a modo de buzón, donde recogemos dos tarjetas del Grupo San Bernardo de Turón, del día anterior.


Cumbre del Pico El Can

Belén de cumbres y buzón


Como el día es muy bueno la visión que tenemos de toda la costa es una maravilla, así como hacia los demás puntos cardinales que nos ofrecen un sinfín de cumbres de las que no doy nombres por mi gran ignorancia de la zona y el temor de fallar en las pocas que creo reconocer.


Puerto de Vega

Cabo Busto





Este pico es el techo del concejo de Navia.


Navia

Nos llama mucho la atención ver rodadas al vértice geodésico y no entiendo a que fue un vehículo hasta ese lugar.



"Criadero de ranas"

Oneta

La vuelta la damos por el mismo sitio pero al llegar a la carretera "sin nombre" decidimos continuar por ella, con tan buena suerte que nos encontramos con un señor de la zona que nos aclara que se trata de una "pista" hecha para el servicio de los aerogeneradores que abundan en la zona. La citada pista tiene unos cinco o seis metros de ancha, quitamiedos, asfaltada y con señales de tráfico.
Aclarado el misterio.


La ruta en el mapa del IGN

Perfil de la ruta

Han sido 5,88 kilómetros en 2 horas y 13 minutos.
Ganancia en altitud 253 metros.
Pendiente máxima 22,8 %
Pendiente media 9 %
Realizamos la ruta el 24 de enero de 2016.


Volvemos al pueblo de Oneta para acercarnos a las Cascadas, que ya conocemos, pero que nunca está de más volver a visitarlas.



Desde el panel de la ruta que hay en el pueblo, comenzamos a caminar con dirección oeste para salir del mismo, primero por calle asfaltada y después por camino de tierra entre fincas de hierba.




Atrás vamos dejando el pueblo de Oneta, mientras vemos al fondo el Pico El Can desde donde venimos.


Oneta

Tras un rato en llano, la ruta empieza a empinarse hacia abajo para llegar a la primera de las cascadas conocida como La Firbia.



Cascada La Firbia

A su lado hay un molino restaurado y, tras visitarlo, continuamos camino en busca de las otras cascadas.




En el camino nos encontramos con varios pequeños saltos del agua y restos de antiguos molinos.





Una vertical bajada y el paso por piedras bastante mojadas y resbaladizas, nos acercan a la cascada de Ulloa, más baja que la anterior pero de una gran belleza.


Cascada Ulloa

Intentamos llegar a la siguiente cascada, La Maseirúa, pero no fue posible por las dificultades del terreno.


La ruta en el mapa del IGN

Perfil de la ruta

Han sido 3,35 kilómetros en 1 hora y 24 minutos.
Ganancia/pérdida elevación 166 metros.
Pendiente máxima 30,5 %
Pendiente media 9,3 %
Realizamos la ruta el día 24 de enero de 2016.


1 comentario:

  1. Había ido unas cuantas veces y me encontré esa valla y esa carretera, sorprendente, de echo subí por el antiguo camino que acaba en esa carretera y seguí hasta el Can, curioso una carretera así allí y tan ancha, pero bueno encontramos a un hombre paseando que nos dijo que llegaba hasta Otur, ahí es nada. Oneta es impresionante, siempre. Un bonito reportaje. Saludos.

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